Día 7
1. Oración inicial
Oh Cruz, a través de la cual Jesucristo y su Sagrado
Corazón nos procuró la salvación eterna; a través de la cual Dios quiso aceptar
la inmolación de Su Hijo porque así correspondía a su santa voluntad; a través
de la cual el Creador lo conoce todo, lo sabe todo, lo prevé todo; sé, para los
discípulos de Quien pendió entre tus maderos, instrumento espiritual de
sometimiento del Mal a la voluntad de Bien y prevalencia gozosa ante nuestras
conveniencias. Amén.
2. Cita
“Nos deseamos mucho que, más
firmemente sancionada por nuestra autoridad apostólica, más solemnemente se
practique por todo el universo católico. A este fin disponemos y mandamos que
cada año en la fiesta del Sacratísimo Corazón de Jesús —fiesta que con esta
ocasión ordenamos se eleve al grado litúrgico de doble de primera clase con
octava— en todos los templos del mundo se rece solemnemente el acto de
reparación al Sacratísimo Corazón de Jesús, cuya oración ponemos al pie de esta
carta para que se reparen nuestras culpas y se resarzan los derechos violados
de Cristo, Sumo Rey y amantísimo Señor”. Carta Encíclica “Miserentissiums
redemptor – Sobre la expiación que todos deben al Sagrado Corazón de Jesús”,
14. Pío XI
3. Reflexión
La Iglesia de Cristo, así lo dijo él mismo cuando
profetizó al respecto, iba a ser perseguida. Si el Maestro había sufrido
persecución, sus discípulos no iban a ser más que Él en el sentido de no
sufrirla. Y, de hecho, así ha sido a lo largo de la historia (la más inmediata
a la Resurrección de Cristo, la de después y la de ahora mismo) y así ha de ser
pues, en efecto, está escrito.
Sin embargo la Cruz de Cristo y, en ella, el
Sagrado Corazón del Mesías, nos ofrecen una posibilidad no desdeñable de
terminar, cuando así surja, con todo aquello que vaya en su contra. Y es que
si, en principio, pudiera parecer que la Cruz es necedad y necios quienes la
siguen, bien que sabemos que en ella Jesucristo venció a la muerte e impuso la
voluntad de Dios sobre el Maligno.
4. Nos proponemos hoy
-Propongámonos no olvidar que hay muchos hijos de
Dios (todos los somos) que no tienen al Creador por Creador y procuran zaherir
a quienes lo tenemos por tal.
-Propongámonos tener a la Cruz como el
instrumento espiritual que ha de aplastar el Mal cuando Cristo retorne a
terminar la misión encargada por Dios.
5. Oración final
Sagrado
Corazón de Jesús: danos fuerza, Señor, para que carguemos nuestra cruz de cada
día y sepamos ofrecer todos nuestros actos, junto con tu sacrificio, al Padre.
6. Jaculatoria para hoy
Gloria, amor y gratitud al Sagrado Corazón de Jesús.Eleuterio Fernández Guzmán
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