Jueves
XXXIII del tiempo ordinario
Lc 19,41-44
“En aquel tiempo,
Jesús, al acercarse a Jerusalén y ver la ciudad, lloró por ella, diciendo: ‘¡Si
también tú conocieras en este día el mensaje de paz! Pero ahora ha quedado
oculto a tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, en que tus enemigos te
rodearán de empalizadas, te cercarán y te apretarán por todas partes, y te
estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos que estén dentro de ti, y no
dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo de tu
visita’·.
COMENTARIO
Jesús dice lo que va a
pasar. No es que sea profeta y por eso lo sepa sino porque es Dios y todo lo
sabe. Por eso les dice eso de la Ciudad Santa que, con el tiempo, sabemos que
se cumplirá.
Los que quieren mal al
pueblo de Israel destruirán el Templo y todo lo que puedan. Sin embargo, Jesús
sabe que hay algo detrás de todo eso y que tiene que ver con la fe del pueblo
que Dios escogió para que fuera el suyo.
Jesús lo dice con toda
claridad. Quiere decirlo para que sepan, aun estaban a tiempo de corregir su
actitud de cara a Él, que es posible cambiar. Sin embargo, bien les dice Cristo
que han conocido la venida del Mesías y no han querido escucharlo.
JESÚS,
ayúdanos
a no mirar para otro lado cuando te manifiestes a nuestro corazón.
Eleuterio Fernández Guzmán
No hay comentarios:
Publicar un comentario