Jn 3,13-17
“En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: ‘Nadie ha subido al
cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Y como Moisés levantó la
serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para
que todo el que crea en Él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo
que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que
tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al
mundo, sino para que el mundo se salve por Él’”.
COMENTARIO
Jesús no cesa, no quiere
dejar de hacerlo, de avisar de lo que será sui vida o, mejor, de lo que será su
muerte. Sabe que eso puede doler a sus discípulos pero, al fin y al cabo, es su
obligación.
Jesús va a ser levantado.
Y todos los que lo miren y lo acepten como el Hijo de Dios que habrá dado su
vida por su prójimo. Entonces, como aquella serpiente que Dios mandó construir
a Moisés, será causa de salvación.
Y algo muy importante:
Cristo es la vida eterna. A través del envío de Jesús al mundo procuró la salvación
de lo que había creado como semejanza suya. Y es que el mundo debía ser
salvado.
JESÚS,
ayúdanos
a querer la vida eterna.
Eleuterio Fernández Guzmán
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