Martes XV del tiempo ordinario
Mt 11, 20-24
“En aquel
tiempo, Jesús se puso a maldecir a las ciudades en las que se habían realizado
la mayoría de sus milagros, porque no se habían convertido: ‘¡Ay de ti,
Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho
los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que en sayal y ceniza se
habrían convertido. Por eso os digo que el día del Juicio habrá menos rigor
para Tiro y Sidón que para vosotras. Y tú, Cafarnaúm, ¿hasta el cielo te vas a
encumbrar? ¡Hasta el Hades te hundirás! Porque si en Sodoma se hubieran hecho
los milagros que se han hecho en ti, aún subsistiría el día de hoy. Por eso os
digo que el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma que para
ti’”.
COMENTARIO
Jesús había
venido al mundo a salvar a quien necesitaba ser salvado. Bien por enfermedad
física o por enfermedad espiritual había muchas personas que no iban por buen
camino (unas veces por culpa suya otras sin culpa alguna)
Muchos, sin
embargo, no comprendían lo que hacía aquel Maestro que predicaba de una forma
muy distinta a como lo hacían otros considerados como “sabios”. No aceptaban lo
que hacía por muy maravilloso que pudiera parecer.
Parece que
Jesús se enfada con aquellos lugares donde no se había dado la conversión ante
lo que había hecho. Y tiene más que razón porque quiere que todos se salven y
ve como algunos, a pesar de lo que hace, no le hace el más mínimo caso.
JESÚS, quieres que todos nos
salvemos. Por eso te molesta tanto que tantos miren para otro lado cuando dices
lo que dices y haces lo que haces. Ayúdanos a tenerte siempre en cuenta.
Eleuterio
Fernández Guzmán
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