“El cardenal Jorge Mario Bergoglio, S.J., arzobispo de Buenos Aires (Argentina), ordinario para los fieles de rito oriental residentes en la Argentina que no disponen de ordinario de rito propio, nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936…”
Así empieza, y puede empezar, cualquier biografía del Papa Francisco que fue elegido el miércoles, 13 de marzo del presente año de Nuestro Señor de 2013.
El caso, y lo que importa, es que la Iglesia católica tiene nuevo sucesor de Pedro y ahora empieza para el Santo Padre un trabajo, seguramente, duro y esforzado. Está claro que para llevarlo a cabo ha de contar, y contará, con aquellos colaboradores de los que se rodee y con los que en el Vaticano están siempre al servicio del Vicario de Cristo sea quien sea éste.
¿Qué decir?
Como católico, el que esto escribe, goza al saber que la Esposa de Cristo vive un tiempo en el que cuando sopla el Espíritu Santo aquellas personas que tienen que escuchar sus mociones hacen lo propio y no miran para otro lado.
Esta elección ha sido bastante rápida pues no se puede decir que un Cónclave que empieza el 12 de marzo y al día siguiente por la tarde es elegido el Papa haya tardado mucho ni más de la cuenta. Además, a mi modesto parecer era importante que el nuevo sucesor de Pedro estuviera ya elegido para cuando de comienzo la Semana Santa el próximo 24 de marzo.
En fin… ahora hay poco más que decir si no es recordar a los que ya están malmetiendo en contra del nuevo Santo Padre que sería mejor que, llevados por Satanás, se dedicaran a otra cosa porque deberían saber, ya es hora de que se den cuenta, de que la Iglesia de Cristo siempre prevalecerá frente Mal. Habrá, pues, que rezar, por tales personas para ver si les viene al corazón alguna ráfaga de entendimiento que sepan aceptar.
¡Viva, pues, el Papa! y, luego, Dios dirá lo que tendrá que ser. Al fin y al cabo, dependemos de su Providencia y a ella deberíamos someternos.
Eleuterio Fernández Guzmán
Publicado en Soto de la Marina
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