30 de septiembre de 2019

Estar, de verdad, a favor de Cristo



Lc 9, 46-50


“46 Se suscitó una discusión entre ellos sobre quién de ellos sería el mayor. 47 Conociendo Jesús lo que pensaban en su corazón, tomó a un niño, le puso a su lado, 48 y les dijo: ‘El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, recibe a Aquel que me ha enviado; pues el más pequeño de entre vosotros, ése es mayor’. 49 Tomando Juan la palabra, dijo: ‘Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no viene con nosotros’. 50 Pero Jesús le dijo: ‘No se lo impidáis, pues el que no está contra vosotros, está por vosotros’”.


COMENTARIO

Lo que debe predicar el Hijo de Dios al mundo que lo conoció no era fácil porque tenía que ver con aquello que era la Verdad. Y no podemos negar que no había muchos que quisiesen, siquiera, escucharla.

De todas formas, Jesucristo sabe que debe cumplir con la misión por la que había venido al mundo y lo hace con todas sus consecuencias. Y eso pasaba por decirles cosas que eran muy difíciles de digerir. Pero el Señor lo hace.

Y hay que debían aprender aquellos que creían tener la exclusividad de aquel Amor que el Hijo de Dios entregaba a raudales sin mirar a quien ni en qué circunstancias: todo aquel que no estaba contra su doctrina estaba a favor de la misma y, por tanto, no había aquí exclusividad ni nada por el estilo.


JESÚS,  gracias por decir la Verdad.

Eleuterio Fernández Guzmán

No hay comentarios:

Publicar un comentario