28 de diciembre de 2017

Inocentes y Santos


Mt 2, 13-18


“13 Después que ellos se retiraron, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: ‘Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.’
14 Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; 15 y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: ‘De Egipto llamé a mi hijo.’ 16 Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos. 17 Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: 18 ‘Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen. ‘“


COMENTARIO

No podemos negar que José, aquel hombre piadoso que había sabido responder a la llamada de Dios a través de su Ángel, estaba dispuesto a seguir cumpliendo con la voluntad de Dios. Ahora debe huir porque sabe que nada bueno le espera a Jesús.

Todo se estaba cumpliendo según la voluntad del Todopoderoso y según lo escrito en las Sagradas Escrituras. Todo iba según lo previsto por Dios y según la aceptación de los principales actores de la historia de la salvación.

Pero el Mal sigue su camino. Y Herodes pretende acabar con quien dice que es el Rey que ha nacido. Y ordena matar a los niños que pudieran tener la edad de Jesús. Y otra vez se cumple la escritura.

JESÚS, ayúdanos a pedir perdón por la parte que nos toca del genocidio del aborto, los nuevos inocentes.


Eleuterio Fernández Guzmán

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