13 de noviembre de 2017

Lo que puede hacer la fe… si se tiene


Lc 17, 1-6

“1 Dijo a sus discípulos: ‘Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen! 2 Más le vale que le pongan al cuello una piedra de molino y sea arrojado al mar, que escandalizar a uno de estos pequeños. 3 Cuidaos de vosotros mismos. ‘Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale. 4 Y si peca contra ti siete veces al día, y siete veces se vuelve a ti, diciendo: ‘Me arrepiento’, le perdonarás.’ 5 Dijeron los apóstoles al Señor; ‘Auméntanos la fe.’ 6 El Señor dijo: ‘Si tuvierais fe como un grano de mostaza, habríais dicho a este sicómoro: ‘Arráncate y plántate en el mar, y os habría obedecido.’”


COMENTARIO

A lo largo de su predicación, el Hijo de Dios pone muchos ejemplos acerca de lo que supone tener fe. Al fin al cabo no se trata, sino, de explicar y tratar de que se comprenda que el Creador y Todopoderoso espera de sus hijos que crean que, en efecto, lo es.

La fe supone, es cierto, ponerla en práctica. Y el misterio del perdón (lo es porque no comprendemos siempre la razón de darlo) es uno que lo es importante. Y es que, sabiendo que Dios nos perdona tanto… no podemos hacer nosotros otra cosa que, también, perdonar a quien nos pueda ofender.

Tan importante es la fe para Jesucristo que lo que dice al final de este texto bíblico es el centro, seguramente, de lo que supone tenerla. Y es que es tan poderosa que, de, en efecto, tenerla y ser verdadera y cierta, nos permitiría llevar a cabo las acciones más extraordinarias como, por ejemplo, perdonar.


JESÚS, ayúdanos a ser perdonares de nuestras ofensas.


Eleuterio Fernández Guzmán

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