31 de octubre de 2017

La importancia de lo pequeño



Lc 13, 18-21

18 Decía, pues: «¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé?
19 Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su jardín, y creció hasta hacerse árbol, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.»
20 Dijo también: «¿A qué compararé el Reino de Dios? 21 Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.»



COMENTARIO

Cuando le hace al Hijo de Dios preguntas como las que trae hoy el texto bíblico, quizá muchos esperaran respuestas grandilocuentes. Pero Jesucristo era especialista en sorprender con sus respuestas. Y ahora también lo hace aunque no se le pregunte nada.

¿Cómo es el Reino de Dios? Muchos esperaría, ante esto, que dijera algo que todos esperaban como normal. Pero Jesucristo compara el Reino de Dios con algo muy pequeño: el grano de mostaza y la levadura.

El caso es que la pequeñez del Reino de Dios crece poco a poco en el corazón de los hijos de Dios. Quizá podría parecer poca cosa pero, en realidad, es tan grande como quien lo recibe quiere que sea en su corazón.


JESÚS, ayúdanos a comprender la importancia de lo pequeño.

Eleuterio Fernández Guzmán


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