11 de diciembre de 2015

No saber a qué atenerse

 Viernes II de Adviento

Mt 11,13-19

En aquel tiempo dijo Jesús a la gente: ‘¿Pero, con quién compararé a esta generación? Se parece a los chiquillos que, sentados en las plazas, se gritan unos a otros diciendo: ‘Os hemos tocado la flauta, y no habéis bailado, os hemos entonado endechas, y no os habéis lamentado’. Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: ‘Demonio tiene’. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: ‘Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores’. Y la Sabiduría se ha acreditado por sus obras’”.


COMENTARIO

Jesús sabe que hay muchas personas pertenecientes al pueblo elegido por Dios, el judío, que no lo comprenden y que le quieren mal, muy mal. Por eso los compara a unos niños que, caprichosamente, actúan.

Jesús era conocedor de lo que sus hermanos habían hecho con otros profetas que Dios había suscitado entre ellos. Por lo general los habían matado porque no les gustaba nada de nada lo que les decía. Y es que la Palabra de Dios no es bien recibida en el corazón corrupto.

Si muchos murmuraban de Juan el Bautista lo mismo iban a hacer con el Hijo de Dios. Es más, Jesús mismo nos dice que es amigo de pecadores. Sin embargo, parece que no se dan cuenta de que había venido a salvar a los enfermos y no a los sanos.


JESÚS,  ayúdanos a no ser de lo que se equivocan al conocerte.



Eleuterio Fernández Guzmán

No hay comentarios:

Publicar un comentario