1 de diciembre de 2011

Cumplir, de verdad, la voluntad de Dios




Jueves I de Adviento





Mt 7,21.24-27





“En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina’.







COMENTARIO





Muchas veces actuamos como si Dios no supiese lo que hacemos y como si, en realidad, estuviéramos solos y nos hubiera abandonado tras nuestra creación. Decimos que tenemos fe pero no cumplimos con lo que tal realidad significa





Jesús, sin embargo, sabe que una cosa es decir que se tiene fe y otra, muy distinta, demostrarlo con hechos, obras y oraciones. Por eso no basta aclamarse a Dios y, sin embargo, no cumplir su voluntad. Así somos como aquellos que construyen su existencia sobre el mundo y su mundanidad.





Cristo es la roca firme sobre la que construir nuestra vida. Con el Hijo de Dios sabemos dónde vamos y hacia dónde tenemos que caminar. Nada impide no seguirle pero deberíamos saber que no hacerlo supondrá, seguramente, muchos vacíos y momentos de soledad. Él siempre está, si queremos, con nosotros.







JESÚS, sabes que sin ti nada podemos hacer. Por eso tantas veces tuviste que decir que era conveniente estar con el Hijo de Dios. Y lo dijiste con hechos, obras y oraciones. Pero a veces nosotros estamos a las cosas del mundo y no atendemos a tu clara advertencia de que nos conviene construir sobre roca y no sobre agua o arena.











Eleuterio Fernández Guzmán







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