22 de noviembre de 2024

La justa y santa ira de Dios

Lc 19, 45-48


"Jesús al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: 'Está escrito: Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones'.

Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo. Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras."

COMENTARIO

No podemos negar que quien crea que el Hijo de Dios era una persona de tan amable forma de ser que nunca se enfadaba es que está muy equivocado. 

La justa ira de Dios era la que aquí se refleja. Y es que Jesucristo sabía muy bien en lo que habían convertido el Templo de Jerusalén y, como no se podía esperar otra cosa de quien celo por su Casa, echa con cajas destempladas a los que hacen lo que allí no debían hacer. 

Por otra parte, que algunos que veían sus negocios e intereses arrasados quisieran matar a Cristo... en fin... como que era de esperar según eran aquellas personas. 


JESÚS,  gracias por mostrarte como debe mostrarse quien sabe lo que es y lo que pasa. 

Eleuterio Fernández Guzmán

21 de noviembre de 2024

Aceptar a Cristo

Lc 19, 41-44


"Cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y vio la ciudad, se puso a llorar por ella, diciendo: “¡Si tú también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos.

Vendrán días desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas, te sitiarán y te atacarán por todas partes. Te arrasarán junto con tus hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios”."


COMENTARIO

Ciertamente, las palabras que el Hijo de Dios pronuncia en este Evangelio de San Lucas son terribles si tenemos en cuenta lo que quería decir a los habitantes de Jerusalén. 

Eso se produjo tal como lo anunció en aquel Momento Jesucristo porque el Enviado de Dios ni se equivocaba ni mentía. 

De todas formas, lo que importa aquí es que Cristo apunta a que deberían haber aceptado su mensaje porque eso los hubiera salvado pero muchos miraban en exceso sus intereses egoístas...


JESÚS,  gracias por poner las cosas sobre la mesa aunque hayan a quien no le gusten tales cartas.

Eleuterio Fernández Guzmán

20 de noviembre de 2024

Los talentos que Dios nos da


Lc 19,11-28


"En aquel tiempo, Jesús estaba cerca de Jerusalén y añadió una parábola, pues los que le acompañaban creían que el Reino de Dios aparecería de un momento a otro. Dijo pues: ‘Un hombre noble marchó a un país lejano, para recibir la investidura real y volverse. Habiendo llamado a diez siervos suyos, les dio diez minas y les dijo: ‘Negociad hasta que vuelva’. Pero sus ciudadanos le odiaban y enviaron detrás de él una embajada que dijese: ‘No queremos que ése reine sobre nosotros’.

'Y sucedió que, cuando regresó, después de recibir la investidura real, mandó llamar a aquellos siervos suyos, a los que había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. Se presentó el primero y dijo: ‘Señor, tu mina ha producido diez minas’. Le respondió: ‘¡Muy bien, siervo bueno!; ya que has sido fiel en lo mínimo, toma el gobierno de diez ciudades’. Vino el segundo y dijo: ‘Tu mina, Señor, ha producido cinco minas’. Dijo a éste: ‘Ponte tú también al mando de cinco ciudades’. Vino el otro y dijo: ‘Señor, aquí tienes tu mina, que he tenido guardada en un lienzo; pues tenía miedo de ti, que eres un hombre severo; que tomas lo que no pusiste, y cosechas lo que no sembraste’. Dícele: ‘Por tu propia boca te juzgo, siervo malo; sabías que yo soy un hombre severo, que tomo lo que no puse y cosecho lo que no sembré; pues, ¿por qué no colocaste mi dinero en el banco? Y así, al volver yo, lo habría cobrado con los intereses’.

'Y dijo a los presentes: ‘Quitadle la mina y dádsela al que tiene las diez minas’. Dijéronle: ‘Señor, tiene ya diez minas’. ‘Os digo que a todo el que tiene, se le dará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y aquellos enemigos míos, los que no quisieron que yo reinara sobre ellos, traedlos aquí y matadlos delante de mí’'.

Y habiendo dicho esto, marchaba por delante subiendo a Jerusalén."

COMENTARIO

Dios nos da talentos. Quiere que hagamos uso de ellos porque, en verdad, nos los da en beneficio de nuestras personas y, claro está, también en beneficio de nuestro prójimo.

A cada cual nos da una serie de dones y talentos que podemos hacer fructificar o no. Está de nuestro lado tal opción pues el Creador nunca obliga a hacer uso de ellos aunque, es de creer, que se apena porque no hagamos el correcto uso de los mismos.

Este texto puede parecer terrible porque pudiera dar la impresión de que Dios es uno que lo es terrible. Sin embargo, es a nosotros a quien corresponde situarse en un lado o en otro de su vida y su Amor.


JESÚS, ayúdanos a hacer rendir nuestros talentos.


Eleuterio Fernández Guzmán