12 de junio de 2021

Sí y no

Mt 5, 33-37


"Jesús dijo a sus discípulos:

'Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: 'No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor'. Pero Yo les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey. No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos.

Cuando ustedes digan 'sí', que sea sí, y cuando digan 'no', que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno.'"


COMENTARIO

Ciertamente, el Hijo de Dios predicó mucho a lo largo de aquellos años que, desde que volvió del desierto, transmitió la Buena Noticia del Reino de Dios. Sin embargo, es cierto y verdad que muchas cosas no eran entendidas por aquellos que le escuchaban pero había algunas que se entendían perfectamente como la que hoy nos trae el Evangelio de San Mateo.

Cuando Cristo dice que donde es sí ha de ser sí y donde es no, ha de ser no, nos está diciendo que no se puede jugar con la Palabra de Dios ni con su santísima Voluntad. Es decir, que cuando algo es falso y va contra Dios no se puede hacer pasar por verdadero y, al revés, cuando algo no es de razón que sea, no puede ser.



JESÚS, gracias por poner las cartas sobre la mesa para que nadie se lleve a engaño.



Eleuterio Fernández Guzmán

11 de junio de 2021

La Providencia de Dios


Mt 10, 7-13

"Jesús envió a sus doce apóstoles, diciéndoles:

'Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente. No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento. Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir. Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes.'"



COMENTARIO

Lo que hace el Hijo de Dios al decir lo que dice es poner sobre la mesa algo que tiene mucha importancia y que siempre se ha de tener en cuenta: la santísima Providencia de Dios.

Enviar al mundo a proclamar el Reino de los Cielos no era fácil pues había muchos que no querían ni ver a los enviados del Maestro de Nazaret. Sin embargo, Jesucristo les dice a sus enviados que no tengan en cuentan sus necesidades pues Dios ha de proveer para ellos.

Y, entonces, han de llegar a casas. Y en tales casas han de ver cómo algunos los aceptan y otros los rechazan. Y para tales casos lo único que deben hacer es respetar la libertad de aquellos, incluso (sobre todo) que los rechacen porque ya están juzgados.



JESÚS, gracias por enviar a tus discípulos al mundo.



Eleuterio Fernández Guzmán

10 de junio de 2021

La verdad de la Voluntad de Dios

Mt 5, 20-26


"Jesús dijo a sus discípulos:

Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos. Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: «No matarás», y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal. Pero Yo les digo que todo aquél que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquél que lo insulta, merece ser castigado por el Tribunal. Y el que lo maldice, merece el infierno. Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo."


COMENTARIO

Es cierto que el Hijo de Dios había dicho (y suponemos que lo dijo muchas veces) que había venido al mundo a que se cumpliese, del todo, la Ley y los Profetas. Por eso, de vez en cuando debe recordar lo que eso significa que no es, precisamente, lo que muchos creían y tenían por bueno y mejor.

Pone un ejemplo pero en otros lugares podemos leer algo por el estilo con otro tipo de temas. Y es que no es lo mismo matar a alguien que llamarlo “imbécil”. Sin embargo, lo segundo es considerado por Cristo como algo tan grave que recuerda que quien eso haga será reo.

Y aquí hay algo muy importante: debemos tener en cuenta que las manchas del alma no se quedan ahí sino que hay que limpiarlas. Y eso se hará cuando se deba hacer aunque nunca deberíamos olvidar, eso, las “manchas”...



JESÚS, gracias por ponernos sobre la pista de qué debemos hacer.



Eleuterio Fernández Guzmán

9 de junio de 2021

Cumplir con la Voluntad de Dios

Mt 5, 17-19



17 ‘No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. 18 Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda. 19 Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseño a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.”


COMENTARIO

Es cierto y verdad que muchos se hacían ilusiones con la llegada del Mesías. Es decir, querían que muchas cosas cambiasen. Sin embargo, es cierto y verdad que el Hijo de Dios venía a cambiar cosas pero no, precisamente, las que importaban.

La Ley y los Profetas no era cualquiera cosa sino que era, en esencia, la Voluntad de Dios. Y la misma, como es fácil comprender, no iba a desaparecer así como así por conveniencia de unos cuantos. Es más, era justamente lo que no iba a pasar nunca…

Además, tan importante eso que quien cumpla la Voluntad de Dios será grande en el Reino de los Cielos y quien lo la cumpla y, además, enseñe a los demás a no cumplirla… será pequeño y siendo bien cierto que no acabamos de entender eso de “grande” o “pequeño” que quiera decir… sí es verdad es que esto es Palabra de Dios.



JESÚS, gracias por decir las cosas como son.



Eleuterio Fernández Guzmán

8 de junio de 2021

Ser lo que debemos ser

Mt 5, 13-16



En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte; tampoco se enciende una vela para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero, y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.



COMENTARIO


Lo que dice en este texto el Evangelio de San Mateo es crucial para comprender qué es lo que debemos hacer y cómo debemos ser. Y es que las palabras de Jesucristo son verdaderas y ciertas y deben ser siempre tenidas en cuenta.

Debemos ser sal porque, de otra forma, perdemos el sabor que supone ser hijos de Dios. Pero debemos serlo entre el pueblo de Dios y, sobre todo, entre aquellos que se hayan apartado del Amor del Padre.

Hay, sin embargo, más. Y es que también somos la luz del mundo pues, a través nosotros Dios puede verse en lo que hacemos. Y, así, con nuestras obras, se verá que somos hijos del Todopoderoso.



JESÚS, gracias por hablar con palabras tan claras.




Eleuterio Fernández Guzmán

7 de junio de 2021

Bienaventurados

Mt 5,1-12

“1 Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. 2 Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: 3 ‘Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. 4 Bienaventurados = los mansos =, porque = ellos poseerán en herencia la tierra. = 5 Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. 6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. 7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. 9 Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. 10 Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. 11 Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. 12 Alegráos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.’”

 

COMENTARIO

  

En realidad, aquellas palabras que, seguramente, juntó el evangelista Mateo para formar esto que podemos considerar casi un listado de cosas buenas, no es más que el consejo de Dios a sus hijos. Por eso se refieren a todo lo que, de una manera o, de otra, debemos ser y hacer.

 

En realidad, las Bienaventuranzas no vienen a terminar con los Mandamientos sino, al contrario, a confirmar que la Voluntad de Dios era la que fue en su momento y sigue siendo la misma.

 

En realidad, siendo mandos, pidiendo justicia y trabajar por la paz, además de todo lo demás, no es más (ni menos) que la plasmación del camino que nos lleva al definitivo Reino de Dios llamado Cielo.

 

 

JESÚS, gracias por querer que seamos bienaventurados. 

 

Eleuterio Fernández

6 de junio de 2021

La Sangre y el Cuerpo de Cristo

Mc 14, 12-16. 22-26

 

12 El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dicen sus discípulos: ‘¿Dónde quieres que vayamos a hacer los preparativos para que comas el cordero de Pascua?’ 13 Entonces, envía a dos de sus discípulos y les dice: ‘Id a la ciudad; os saldrá al encuentro un hombre llevando un cántaro de agua; seguidle 14 y allí donde entre, decid al dueño de la casa: ‘El Maestro dice: ¿Dónde está mi sala, donde pueda comer la Pascua con mis discípulos?’ 15 Él os enseñará en el piso superior una sala grande, ya dispuesta y preparada; haced allí los preparativos para  nosotros.’ 16 Los discípulos salieron, llegaron a la ciudad, lo encontraron tal como les había dicho, y prepararon la Pascua. 22 Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: ‘Tomad, este es mi cuerpo.’ 23 Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella. 24Y les dijo: ‘Esta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos. 25 Yo os aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios.’ 26 Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos.”

 

 

 

COMENTARIO

 

 

Como es natural, el Hijo de Dios, que conocía más que bien lo que le iba a pasar (recordemos que todo estaba escrito), no duda lo más mínimo en prepararlo todo de forma adecuada. Y aquellos que son enviados, estamos seguros de que se preguntaban qué era todo aquello que les decía su Maestro.

 

Lo que sucede en la llamada Última Cena es lo conocido: Cristo instaura la Santa Misa con aquel dar su Cuerpo y dar su Sangre. Y así debería repetirse en lo sucesivo hasta que volviese en su Parusía.

 

Y luego… marcharon al Huerto de los Olivos donde se iba a consumar la traición.

 

 

 

JESÚS,  gracias por cumplir del todo con tu misión.

 

Eleuterio Fernández Guzmán