15 de agosto de 2015

Y María ascendió al Cielo



Asunción de la Virgen María en cuerpo y alma al Cielo

Hoy corresponde el evangelio de san Lucas. En concreto los versículos 39 al 56 del capítulo 1 del mismo. María proclama el Magnificat ante su prima Isabel.



 




JESÚS, cuida a tu Madre y escucha siempre las peticiones que a ella dirigimos desde nuestra vida terrena.

Eleuterio Fernández Guzmán


14 de agosto de 2015

La verdadera Ley de Dios


Viernes XIX del tiempo ordinario

Mt 19,3-12

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos que, para ponerle a prueba, le dijeron: ‘¿Puede uno repudiar a su mujer por un motivo cualquiera?’. Él respondió: ‘¿No habéis leído que el Creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra, y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre’. 

Dícenle: ‘Pues ¿por qué Moisés prescribió dar acta de divorcio y repudiarla?’. Díceles: ‘Moisés, teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón, os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero al principio no fue así. Ahora bien, os digo que quien repudie a su mujer -no por fornicación- y se case con otra, comete adulterio’. 

Dícenle sus discípulos: ‘Si tal es la condición del hombre respecto de su mujer, no trae cuenta casarse’. Pero Él les dijo: ‘No todos entienden este lenguaje, sino aquellos a quienes se les ha concedido. Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos. Quien pueda entender, que entienda’”.


COMENTARIO

Como sabemos había muchos que querían poner a prueba a Jesús. Le tentaban con pruebas relacionadas con la fe que decían tener aquellos que habían hecho de la Ley de Dios un artificio difícil de cumplir.

La pregunta sobre el divorcio tenía trampa. Querían ver si Jesús conocía la norma establecida según la cual el hombre puede repudiar a su esposa. Sin embargo Jesús sabe que Dios no quiso que eso pudiera llevarse a cabo y fue la dureza del corazón lo que posibilitó que Moisés admitiera tal actitud.

Jesús lanza una propuesta: quien quiera entregarse a Dios de una forma total y no contraigan matrimonio puede hacerlo. De todas formas deben saber que es el Creador quien escoge a los que eso deben llevar a cabo.


JESÚS, ayúdanos a comprender la Palabra de tu Padre.



Eleuterio Fernández Guzmán

13 de agosto de 2015

Misericordia quiere Dios

Jueves XIX del tiempo ordinario


Mt 18,21—19,1

En aquel tiempo, Pedro preguntó a Jesús: ‘Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?’. Dícele Jesús: ‘No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía 10.000 talentos. Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase. Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: ‘Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré». Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda. 

‘Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándole, le decía: ‘Paga lo que debes’. Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: ‘Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré’. Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que debía. Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido. Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: ‘Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?’. Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía. Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano’. 

Y sucedió que, cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y fue a la región de Judea, al otro lado del Jordán”.

COMENTARIO

Ser misericordioso con el prójimo es uno de los valores que más tenía en cuenta Jesús. Siendo Dios hecho hombre y teniendo el corazón puramente misericordioso se comprende que eso fuera así.

Cuando le preguntan a Jesús por el perdón lo hacen, seguramente, para ver cuál es la voluntad de Dios. Y la cosa es bien sencilla porque según quiere el Creador un hermano debe perdonar siempre a su hermano y, teniendo en cuenta que todos somos hijos de Dios, el perdón no debe ser algo restringido sino, al contrario, extendido.

Aquel siervo, el de la parábola, había sido verdaderamente malvado. Al parecer no comprendía aquello que dice que no hay que hacer a los demás lo que no quieres que te hagan a ti. A lo mejor creía que no iba a ser sorprendido en su mala acción. Y es que nunca deberíamos olvidar, llevando las cosas a la verdad, que Dios lo ve todo y lo sabe todo.

JESÚS, ayúdanos a ser misericordiosos siempre.

Eleuterio Fernández Guzmán


12 de agosto de 2015

Corregir, en nombre de Cristo



Miércoles XIX del tiempo ordinario

Mt 18,15-20

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos. Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el publicano. Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos’”.

COMENTARIO

Jesús sabe que es muy importante que sus discípulos más allegados, sus apóstoles, comprendan lo que significa mantenerse en relación con Dios Padre Todopoderoso. Por eso les enseña algo tan importante como es la corrección fraterna en evitación de males mayores. 


A los que había escogido para ser los transmisores de su santa doctrina les otorga una posibilidad espiritual de gran importancia: atar y desatar. Con eso les daba autoridad para dejar dicho lo que estaba bien y lo que no estaba bien según la voluntad de Dios.


Pedir, también, a Dios en nombre de Cristo. Eso es lo que les dona Aquel que, viniendo del Padre, a Él iba a volver. Y es que estando más de dos reunidos en el nombre de Cristo el Señor está con nosotros, nos acompaña y nos auxilia.


JESÚS, ayúdanos a saber cuándo nos equivocamos.




Eleuterio Fernández Guzmán

11 de agosto de 2015

Ser como niños




Martes XIX del tiempo ordinario

Mt 18,1-5.10.12-14

En una ocasión, los discípulos preguntaron a Jesús: ‘¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?’. Él llamó a un niño, le puso en medio de ellos y dijo: ‘Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe. Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos. ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada? Y si llega a encontrarla, os digo de verdad que tiene más alegría por ella que por las noventa y nueve no descarriadas. De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños’”.

COMENTARIO


Los discípulos más cercanos a Jesús querían saber. Ellos, que veían cómo oraba el Maestro y que muchas veces se refería al Reino de Dios, estaban muy interesados en conocer cosas del Padre y de su Reino. Por eso le preguntan acerca de quién es el más importante en el Reino de los Cielos.

Jesús, sin embargo, a lo mejor no les va a agradar con lo que dicen. Y es que en su tiempo el niño era bastante menospreciado por su poco valor de cara al trabajo o a aportar algo a la casa. Y Jesús sabe quien no sea como un niño no entrará en el Reino de los Cielos. Conviene, por tanto, hacerse como un niño.

Pero Jesús les dice más. En el Cielo las cosas no son como en la tierra. Aquí vale el número a favor; en el Cielo, lo que se recupera, l que se salva, vale más que lo demás. Por eso conviene buscar el Cielo a través del Hijo de Dios.


JESÚS, ayúdanos a ser como niños para entrar en el definitivo Reino de Dios.


Eleuterio Fernández Guzmán

9 de agosto de 2015

El pan vivo



Domingo XIX del tiempo ordinario, ciclo B


Jn 6,41-51

En aquel tiempo, los judíos murmuraban de Él, porque había dicho: ‘Yo soy el pan que ha bajado del cielo’. Y decían: ‘¿No es éste Jesús, hijo de José, cuyo padre y madre conocemos? ¿Cómo puede decir ahora: He bajado del cielo?’. Jesús les respondió: ‘No murmuréis entre vosotros. Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: ‘Serán todos enseñados por Dios’. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de Dios, ése ha visto al Padre. 

‘En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; éste es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo’”.

COMENTARIO

Es bien cierto que había muchos conceptos que no comprendían aquellos a los que se dirigía Jesús. Si les decía, por ejemplo, que debían comérselo porque era el pan de cielo… muchos de ellos iban a tergiversar claramente lo que les dijera.

Jesús, sin embargo, sabe que cuando llegue el momento sus discípulos tendrán que comérselo en… especie. Cuando instaure la Santa Misa será el momento en el que eso pase aunque, es cierto, ahora no todos acaben de comprender qué dice.

Se pone Jesús my por encima de aquellos que, en su día, comieron el maná. Aquel alimento se lo dio Dios por la falta de comprensión que tenían de la misión que debían cumplir. Pero ahora, con Jesús, el verdadero y eterno pan del cielo ha llegado al mundo.

JESÚS, ayúdanos a comprender tus palabras.


Eleuterio Fernández Guzmán