28 de octubre de 2017

Eligió a los doce



Lc 6,12-1

"En aquellos días, Jesús se fue al monte a orar, y se pasó la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor.

Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente  procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos".

COMENTARIO

Jesús debía continuar con su labor, con la misión que Dios-Padre le había encargado. Pero, para eso, debía escoger a un grupo de ente sus discípulos para que transmitiesen la Palabra del Creador y la santa doctrina de Jesucristo. Y escogió a doce.

Cada uno de ellos tenía un trabajo determinado pero todos ellos acabaron siendo pescadores de hombres porque iban a atraer a la humanidad hacia Dios y hacia su Reino que, en Jesucristo, había llegado a la Tierra.

Muchos, ya entonces, seguían a Jesús. Algunos porque tenían curiosidad por ver a un Maestro famoso; otros porque, de verdad, creían en Él. Pero Cristo, a pesar de saber eso no cejó en cumplir la misión encargada por su padre.

JESÚS, ayúdanos a tenerte por Hijo que, en el nombre del Padre, nos dice qué es lo que nos conviene.



Eleuterio Fernández Guzmán

27 de octubre de 2017

Tener en cuenta nuestros pecados



Lc 12,54-59

En aquel tiempo, Jesús decía a la gente: ‘Cuando veis una nube que se levanta en el occidente, al momento decís: ‘Va a llover’, y así sucede. Y cuando sopla el sur, decís: ‘Viene bochorno’, y así sucede. ¡Hipócritas! Sabéis explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploráis, pues, este tiempo? ¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo? Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al alguacil y el alguacil te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo’”.


COMENTARIO

Aquellos que perseguían a Jesús porque no era de su agrado lo que decía y lo que hacía al parecer eran expertos en conocer aquellos acontecimientos que la naturaleza les deparaba. Sin embargo, estaban poco atentos a las cosas de Dios y eso les iba a jugar una mala pasada frente a quien conoce la naturaleza de los hombres.  

Juzgar sólo puede hacerse cuando se es justo. Por eso Jesús les echa en cara que no son capaces de juzgar acerca de lo que está pasando ante sus propios ojos y que tiene a Él como fundamento y esencia.

Jesús advierte acerca de la importancia de pedir perdón porque es voluntad de Dios que así sea. Cuando vayamos a ser juzgados por el tribunal de Dios mejor nos irá si antes hemos pedido perdón por lo mal que hemos hecho las cosas. Sólo así no recibiremos una grave condena por parte del Creador.



JESÚS, ayúdanos a tener siempre en cuenta nuestro juicio particular.


Eleuterio Fernández Guzmán

26 de octubre de 2017

El fuego devorador de Cristo



Lc 12,49-53

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra’”.

COMENTARIO

La misión que Dios había encomendado a Jesús no era nada fácil. Tener que lidiar con aquellos que creían tener el control de la Ley de Dios y de su Palabra siendo, en realidad, que la cosa iba por otro camino, era, en efecto, muy difícil de enfrentar.

Jesús no había venido a abolir la Ley de  Dios. Había venido, como dice el Hijo de Dios, a que el mundo ardiera. Dicho así parecía muy fuerte aquella expresión. Sin embargo, tenía un sentido espiritual que fue, además, lo que acabó cumpliendo.

Se iban a enfrentar unos contra otros… por Él. No quería decir Jesús que iba  sembrar cizaña sino que  por su doctrina santa unos iban a estar a favor y otros en contra. Y tal fuego arrasaría con todo lo que de malo y negativo había en el mundo.




JESÚS, ayúdanos a ser del grupo de los que creen en  Ti.


Eleuterio Fernández Guzmán

25 de octubre de 2017

Nos conviene estar preparados

Lc 12,39-48


"En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa. También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre’.

Dijo Pedro: ‘Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos?’. Respondió el Señor:’«¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente? Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. De verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda. Pero si aquel siervo se dice en su corazón: ‘Mi señor tarda en venir’, y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer y a beber y a emborracharse, vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte entre los infieles.

‘Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; el que no la conoce y hace cosas dignas de azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más’.


COMENTARIO

Estar atentos a la llegada de Cristo

En muchas ocasiones Jesús nos hace ver que es muy importante tener en cuenta que Él ha de volver y que, entonces, seremos juzgados.


Descuidarse en asuntos espirituales

Es posible que no nos interese estar siempre pendientes de cuál es la voluntad de Dios. Miraremos para otro lado y no atenderemos lo  único que nos importa que es, precisamente, nuestra salvación eterna.

Consecuencias de lo que hacemos

Jesús lo dice con toda claridad: lo que hagamos tiene consecuencias para la eternidad: si hacemos bien, seremos recompensados; si hacemos mal, nos espera el llanto y el rechinar de dientes.


JESÚS, ayúdanos a tener siempre en cuenta que nos conviene cumplir la voluntad de Dios.




Eleuterio Fernández Guzmán


24 de octubre de 2017

Ha de venir y debemos estar preparados

Lc 12,35-38

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas, y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos!’”.


COMENTARIO

No sabemos cuando va a volver Jesucristo para juzgar a vivos y a muertos pero sí estamos seguros de que eso sucederá y se llevará a cabo. Quiere decir que también habrá personas con vida cuando eso suceda. No lo sabemos y, por eso mismo, Jesús nos avisa de qué es lo que tenemos que hacer al tal respecto.

Podemos optar por no hacer nada, por no limpiar nuestra alma de las suciedades que la “adornan”. Es una forma de actuar bastante ciega porque cuando venga el Juzgador Hijo de Dios no tendremos escapatoria alguna y nada podremos hacer para defendernos de la verdad.

Podemos, sin embargo, tener en cuenta que ha de venir porque, además, sabemos que vendrá. Debemos, entonces, prepararnos para tal fin y cuidar nuestra alma procurando limpiarla en el Sacramento de la Reconciliación o Penitencia. Sólo así podremos ser verdaderamente dichosos.


JESÚS, ayúdanos a darnos cuenta de la necesidad de preparación que tenemos de cara a nuestro juicio particular.


Eleuterio Fernández Guzmán

23 de octubre de 2017

Confiar siempre en Dios en su santa Providencia

Lc, 12, 13-31

“13 Uno de la gente le dijo: ‘Maestro, di a mi hermano que reparta la
herencia conmigo.’ 14 Él le respondió: ‘¡Hombre! ¿quién me ha constituido juez o repartidor entre vosotros?’ 15 Y les dijo: ‘Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes.’ 16 Les dijo una parábola:   ‘Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; 17 y pensaba entre sí, diciendo: ‘¿Qué haré, pues no tengo donde reunir mi cosecha?’ 18 Y dijo: ‘Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, y edificaré otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes, 19 y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea.’ 20 Pero Dios le dijo: ‘’Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?’ 21 Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios.’

22 Dijo a sus discípulos: ‘Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis: 23 porque la vida vale más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido; granero, y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valéis vosotros que las aves! 25 Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un codo a la medida de su vida? 26 Si, pues, no sois capaces ni de lo más pequeño, ¿por qué preocuparos de lo demás?  27 Fijaos en los lirios, cómo ni hilan ni tejen. Pero yo os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos. 28 Pues si a la hierba que hoy está en el campo y mañana se echa al horno, Dios así la viste ¡cuánto más a vosotros, hombres de poca fe! 29 Así pues, vosotros no andéis buscando qué comer ni qué beber, y no estéis inquietos. 30 Que por todas esas cosas se afanan los gentiles del mundo; y ya sabe vuestro Padre que tenéis la necesidad de eso. 31 Buscad más bien su Reino, y esas cosas se os darán por añadidura.”


COMENTARIO

Lo que Dice Jesucristo acerca de que hay algo más importante que los bienes no debería ser olvidado por nadie, fuera o no discípulo suyo. Y es que el Hijo de Dios sabe lo que dice al ser Dios hecho hombre.

Tampoco debemos olvidar, como bien nos dice nuestro hermano Jesucristo que somos poca cosa. Incluso los lirios son como son sin nada hacer ellos.

Nosotros, por tanto, sólo debemos buscar a Dios, amar a Dios, tenerlo en nuestro corazón como Quien es: nuestro Creador y Aquel que, habiéndolo hecho todo, nada abandono ni ha abandonado nunca.

JESÚS, ayúdanos a comprender su santa Palabra.
                                        

Eleuterio Fernández Guzmán


22 de octubre de 2017

Dar a Dios lo que es de Dios

Mt 22, 15-21

Entonces los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra.  Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: ‘Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas  el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas. Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?’ Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: ‘Hipócritas, ¿por qué me tentáis?  Mostradme la moneda del tributo.’ Ellos le presentaron un denario.      Y les dice: ‘¿De quién es esta imagen y la inscripción?’  Dícenle: ‘Del César.’ Entonces les dice: ‘Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios.’”
      

COMENTARIO

No podemos negar que los que no querían a Jesús para nada no desaprovechaban ocasión para ponerlo en evidencia. A la más mínima le preguntaban para ver si la respuesta que daba el Maestro era la correcta con lo que creían ellos que era la voluntad de Dios.

El pago de impuestos para el pueblo judío (en cuanto hacerlo al invasor romano) era algo que no estimaban para nada y que tenían como algo obligatorio pero asqueante. Por eso le preguntan a Jesús si deben pagar impuesto. Pregunta con intención de poner trampa en tal pregunta.

Jesús, sin embargo, les vuelve a sorprender. Una cosa es el hombre y otra, muy distinta, Dios. Hay que dar a cada cual lo que le corresponde y no olvidar lo que es de Dios teniendo en cuenta, siempre, al hombre por encima del Creador.





JESÚS, ayúdanos a tener a Dios, siempre, como Quien es el más importante en nuestra vida.

Eleuterio Fernández Guzmán