1 de febrero de 2025

El poder de Dios

Mc 4, 35-41


"Aquel día, al atardecer, les dice: 'Pasemos a la otra orilla. Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; e iban otras barcas con él. En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca. Él estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen: Maestro, ¿no te importa que perezcamos? Se puso en pie, increpó al viento y dijo al mar: ¡Calla, enmudece! El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe? Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros: Pues ¿Quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?' 

COMENTARIO

No debería extrañarnos mucho que aquellos que el Hijo de Dios había escogido para que fueran sus Apóstoles aún no acabaran de entender qué suponía seguir a Dios hecho hombre.

Es seguro que en aquella ocasión los que iban en la barca con Jesucristo se asustaron de verdad. Y por si eso no fuera ya suficiente, el Maestro estaba tan tranquilo durmiendo sin preocuparse, en apariencia, por su situación,. 

Lo que hace Cristo es, simplemente, hacer uso inmediato del poder que tenía como Dios que era. Lo que pasó entonces es que aquellos que vieron lo que hacían no acaban de comprender que aquel Maestro era mucho más que un Maestro. 

JESÚS,  gracias por ser tan comprensivo con quienes no acabamos de entender muchas cosas...

Eleuterio Fernández Guzmán

31 de enero de 2025

La pequeña semilla del Reino de Dios

Mc 4, 26-34


"También decía: 'El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo. La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la hoz, porque ha llegado la siega». Decía también: '¿Con qué compararemos el Reino de Dios o con qué parábola lo expondremos? Es como un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra; pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las hortalizas y echa ramas tan grandes que las aves del cielo anidan a su sombra'. Y les anunciaba la Palabra con muchas parábolas como éstas, según podían entenderle; no les hablaba sin parábolas; pero a sus propios discípulos se lo explicaba todo en privado."

COMENTARIO


Era lógico que el Hijo de Dios explicara las palabras más detenidamente a sus Apóstoles porque los estaba preparando para que luego fueron ellos los que las transmitieran al mundo.

El caso es que aquí Jesucristo nos quiere hablar de lo que es el Reino de Dios. Y pone ejemplos de los que podemos deducir que es algo así como pequeño en el corazón de los hijos de Dios pero que crece poco a poco aunque, ni siquiera, se dé cuenta el discípulo de Cristo.

Por nuestra parte, sólo nos queda decir que sí, que el Reino de Dios crece en nosotros pero que eso será así siempre que nosotros queramos que crezca...

JESÚS, gracias por ser Dios mismo hecho hombre y haber traído tu Reino al mundo. 

Eleuterio Fernández Guzmán

30 de enero de 2025

Cuidado con nuestra medida

Mc 4, 21-25


"Les decía también: '¿Acaso se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín o debajo del lecho? ¿No es para ponerla sobre el candelero? Pues nada hay oculto si no es para que sea manifestado; nada ha sucedido en secreto, sino para que venga a ser descubierto. Quien tenga oídos para oír, que oiga'. Les decía también: 'Atended a lo que escucháis. Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará'."

COMENTARIO 

Es cierto que lo que dice el Hijo de Dios aquí mismo es algo más que razonable porque ¿Quién esconde una luz que está encendida? Pues lo mismo pasa con nuestra fe... que tampoco debemos esconderla como tantas veces pasa...

Pero aquí mismo hay otra cosa que es de vital importancia para nuestra vida de discípulos de Cristo. Y es que nunca se nos debería olvidar que seremos sometidos a un Juicio particular y en él se tendrán en cuenta todas las "medidas" que hayamos tomado con egoísmo, por ejemplo. Y es que todo es apuntado...

JESÚS, gracias por avisarnos sobre cómo debemos ser.

Eleuterio Fernández Guzmán

29 de enero de 2025

Salió el sembrador...

Mc 4, 1-20


"En aquel tiempo Jesús se puso a enseñar a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a él que hubo de subir a una barca y, ya en el mar, se sentó; toda la gente estaba en tierra a la orilla del mar. Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas. Les decía en su instrucción: Escuchad. Una vez salió un sembrador a sembrar. Y sucedió que, al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino; vinieron las aves y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida por no tener hondura de tierra; pero cuando salió el sol se agostó y, por no tener raíz, se secó. Otra parte cayó entre abrojos; crecieron los abrojos y la ahogaron, y no dio fruto. Otras partes cayeron en tierra buena y, creciendo y desarrollándose, dieron fruto; unas produjeron treinta, otras sesenta, otras ciento. decía: Quien tenga oídos para oír, que oiga. Cuando quedó a solas, los que le seguían a una con los Doce le preguntaban sobre las parábolas. Él les dijo: A vosotros se os ha dado el misterio del Reino de Dios, pero a los que están fuera todo se les presenta en parábolas, para que por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no entiendan, no sea que se conviertan y se les perdone. Y les dice: ¿No entendéis esta parábola? ¿Cómo, entonces, comprenderéis todas las parábolas? El sembrador siembra la Palabra. Los que están a lo largo del camino donde se siembra la Palabra son aquellos que, en cuanto la oyen, viene Satanás y se lleva la Palabra sembrada en ellos. De igual modo, los sembrados en terreno pedregoso son los que, al oír la Palabra, al punto la reciben con alegría, pero no tienen raíz en sí mismos, sino que son inconstantes; y en cuanto se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumben enseguida. Y otros son los sembrados entre los abrojos; son los que han oído la Palabra, pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las riquezas y las demás concupiscencias les invaden y ahogan la Palabra, y queda sin fruto. Y los sembrados en tierra buena son aquellos que oyen la Palabra, la acogen y dan fruto, unos treinta, otros sesenta, otros ciento."

COMENTARIO 

Cualquiera que lea las humildes palabras del que esto escribe es seguro que muchas veces habrá leído y otras escuchado la llamada "Parábola del sembrador". Y es que una de las más importantes y de la que más nos dice a los discípulos de Cristo una vez la explicó a sus Apóstoles. 

Nosotros somos la tierra. Sí. Somos la tierra donde Dios echa su semilla, la semilla de Su Palabra y, en fin, la semilla de lo que es bueno y mejor para cada uno de sus hijos. 

Es cierto que podemos estar en cualquiera de las situaciones de las que habla la Parábola. Y es a nosotros a los que nos corresponde decidir en la que estamos siendo mejor, claro está, la de aquella tierra que, una vez puesta allí la semilla, da mucho fruto. 

JESÚS, gracias por explicarnos el sentido de esta Parábola. 

Eleuterio Fernández Guzmán

28 de enero de 2025

Hacer la voluntad de Dios

Mc 3, 31-35


"Llegaron la madre y los hermanos de Jesús y, quedándose afuera, lo mandaron llamar. La multitud estaba sentada alrededor de Él, y le dijeron: 'Tu madre y tus hermanos te buscan ahí afuera'.

Él les respondió: '¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?' Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de Él, dijo: 'Éstos son mi madre y mis hermanos. Porque el que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre."

COMENTARIO 

Este texto del Evangelio de San Marcos es más que posible que lleve a más de un creyente a hacerse la pregunta de si es que el Hijo de Dios tenía "hermanos" en el sentido físico. Sin embargo, nosotros creemos que se refiere Marcos a hermanos de fe pero no a los físicos pues sabemos muy bien que la Virgen María no tuvo más hijos que Aquel que vino del Espíritu Santo.

Lo que importa, sin embargo, aquí no es ese tema sino lo que luego dice Jesucristo. Y es que es hermano suyo quien cumple la Voluntad de Dios pues, por decirlo así, eso une a quien eso hace. 

JESÚS, gracias por aclarar las cosas para que nadie se lleve a engaño con esto. 

Eleuterio Fernández Guzmán