6 de junio de 2020

Los pobres de alma

Mc 12, 38-44
"Decía también en su instrucción: 'Guardaos de los escribas, que gustan pasear con amplio ropaje, ser saludados en las plazas, ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y que devoran la hacienda de las viudas so capa de largas oraciones. Éstos tendrán una sentencia más rigurosa.' Jesús se sentó frente al arca del Tesoro y miraba cómo echaba la gente monedas en el arca del Tesoro: muchos ricos echaban mucho. Llegó también una viuda pobre y echó dos moneditas, o sea, una cuarta parte del as. Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: 'Os digo de verdad que esta viuda pobre ha echado más que todos los que echan en el arca del Tesoro. Pues todos han echado de lo que les sobraba, ésta, en cambio, ha echado de lo que necesitaba todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir.'" 


COMENTARIO

No era poco que el Hijo de Dios dijera lo que decía porque era exactamente cierto. Por eso, al dirigirse a los que le escuchaban y decir eso sobre los escribas bien sabía Jesucristo que eso le iba a causar problemas. Y, sin embargo, no por eso dejó de decir lo que debía decir.
Sabía Jesucristo que había quien enseñaba aquello que no debía enseñar. Prevenía, por eso, sobre qué se debía hacer cuando quisieran enseñar porque no era correcto lo que querían enseñar.
Había muchos que, por eso mismo, eran pobres de alma y había quien, como la viuda que echa en el arca del Tesoro todo lo que tiene para vivir, que tenían un alma más que grande. Y a esos son los que presta atención el Hijo de Dios.

JESÚS, gracias por hacer lo que debes hacer le pese a quien le pese.


Eleuterio Fernández Guzmán

4 de junio de 2020

Que se haga la Voluntad de Dios

Mt 26, 36-42
"36 Entonces va Jesús con ellos a una propiedad llamada Getsemaní, y dice a los discípulos: 'Sentaos aquí, mientras voy allá a orar.' 37 Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. 38 Entonces les dice: 'Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad conmigo.' 39 Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así: 'Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú.' 40 Viene entonces donde los discípulos y los encuentra dormidos; y dice a Pedro: '¿Conque no habéis podido velar una hora conmigo? 41 Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil.' 42 Y alejándose de nuevo, por segunda vez oró así: 'Padre mío, si esta copa no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad.'"
COMENTARIO

Lo que nos trae el Evangelio de hoy tiene que ver con la mismísima salvación eterna porque el Hijo de Dios se encuentra en el principio de su Pasión. Y es que cuando acude al Huerto de los Olivos todo lo que se debía cumplir se estaba cumpliendo.
Aquellos que escoge Jesucristo para acompañarle no son capaces de permanecer despiertos. Ellos, que son del mundo y no parecen entender lo que supone ser discípulos de Cristo, no acaban de comprender aún lo que está pasando.
El Hijo de Dios, que sabe que siempre ha de cumplir la Voluntad de su Padre. Por eso, muy a pesar de que, humanamente, sabe que va a sufrir, quiere que sea lo que Dios quiere que sea. Y fue.

JESÚS, gracias por ser fiel hasta el último momento.

Eleuterio Fernández Guzmán

3 de junio de 2020

Sobre la resurrección

Mc 12, 18-27
"Se le acercan unos saduceos, esos que niegan que haya resurrección, y le preguntaban: 'Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere el hermano de alguno y deja mujer y no deja hijos, que su hermano tome a la mujer para dar descendencia a su hermano. Eran siete hermanos: el primero tomó mujer, pero murió sin dejar descendencia; también el segundo la tomó y murió sin dejar descendencia; y el tercero lo mismo. Ninguno de los siete dejó descendencia. Después de todos, murió también la mujer. En la resurrección, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete la tuvieron por mujer.'
Jesús les contestó: '¿No estáis en un error precisamente por esto, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios? Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en los cielos. Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en lo de la zarza, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de muertos, sino de vivos. Estáis en un gran error." 

COMENTARIO

Había, en tiempos del Hijo de Dios, muchos que no lo querían para nada y aprovechaban cada ocasión, o la creaban, para poner trampas espirituales a Quien todo lo sabía. En realidad, podemos decir que, bien por ignorancia o por simple error, aquellas personas, ahora saduceos, daban bastante lástima.
Preguntar sobre la resurrección a sabiendas de quienes escuchan saben que no creían en ella, era rizar el rizo. Por eso aquella pregunta no estaba hecha con buena fe sino para que Jesucristo dijera algo que ellos consideraban contrario a algo, a lo que fuera.
Jesucristo, sin duda alguna, como sabe muy bien de qué habla, sabe que la resurrección no es un volver a ser lo mismo que antes de morir. No. En la resurrección, las cosas no pueden ser igual sino… claro, mejores aunque aquellos que preguntaban no eran capaces de entender ni el qué ni el cómo.

JESÚS, gracias por mantenerte firme en la Verdad.

Eleuterio Fernández Guzmán

2 de junio de 2020

Lourdes-Sinaí-Lolo: desde entonces hasta hoy

Lourdes-Sinaí-Lolo: desde entonces hasta hoy: Cuando Manuel Lozano Garrido, Lolo, viajó a Lourdes debió tener una inspiración divina y creó Sinaí.

Dar a Dios lo que es de Dios

Mc 12, 13-17
"Y envían hacia él algunos fariseos y herodianos, para cazarle en alguna palabra. Vienen y le dicen: 'Maestro, sabemos que eres veraz y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios: ¿Es lícito pagar tributo al César o no? ¿Pagamos o dejamos de pagar?' Mas él, dándose cuenta de su hipocresía, les dijo: '¿Por qué me tentáis? Traedme un denario, que lo vea.' Se lo trajeron y les dice: '¿De quién es esta imagen y la inscripción?' Ellos le dijeron: 'Del César.' Jesús les dijo: 'Lo del César, devolvédselo al César, y lo de Dios, a Dios.' Y se maravillaban de él.'"

COMENTARIO

No hay duda alguna de que, a lo largo de los años de predicación del Hijo de Dios, hubo momentos más que importantes por lo que dijo y por lo que dejó dicho. Y el de hoy es uno de esos momentos que define mucho y más que mucho.
Cuando aquellos malvados hombres querían que Jesucristo cayera en su trampa demostraron que, además de malvados eran bastante necios. Y es que querer coger a Dios hecho hombre en un renuncio es cosa propia de personas que no tienen dos dedos de frente.
Cuando le entregan aquella moneda, Jesucristo tiene una oportunidad única de decir algo que todos deberían haber entendido. Y es que, en efecto, al mundo hay que darle lo que es del mundo pero a Dios, a Dios, hay que darle lo que es suyo y, sobre eso, no siempre estamos de acuerdo.


JESÚS, gracias por todo lo que hiciste y dijiste que es lo que haces y dices.

Eleuterio Fernández Guzmán

1 de junio de 2020

Junto a la Cruz



Jn 19, 25-34

“25 Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena. 26 Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: ‘Mujer, ahí tienes a tu hijo.’ 27 Luego dice al discípulo: ‘Ahí tienes a tu madre.’ Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. 28 Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dice: ‘Tengo sed’.  29 Había allí una vasija llena de vinagre. Sujetaron a una rama de hisopo una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca. 30 Cuando tomó Jesús el vinagre, dijo: ‘Todo está cumplido.’ E inclinando la cabeza entregó el espíritu. 31 Los judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado - porque aquel sábado era muy solemne - rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran. 32 Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con él. 33 Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, 34 sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua.”

COMENTARIO

No podemos negar que aquellas personas que estaban junto a la Cruz de Cristo presenciaron lo que sería, para la historia de la salvación, un comienzo más que gozoso. Y es que la muerte del Hijo de Dios iba a traer más de una consecuencia.

Jesús entrega a su Madre a Juan. Así, la convierte en Madre de todos sus discípulos. Así, cumpliendo todo lo que debía ser cumplido, todo lo que debía cumplirse, entrega su Espíritu a Dios, su Padre del Cielo y Todopoderoso.

Y, ya, para finalizar, lo que se definido como una preterEcucaristía porque eso es lo que debe ser el manar de sangre y agua en aquella especial circunstancia. Y es que cierto que Cristo todo lo hacía nuevo.


JESÚS, gracias por cumplir con tu misión hasta las últimas consecuencias.


Eleuterio Fernández Guzmán

31 de mayo de 2020

Enviados fueron



Jn 20, 19-23

“Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar  donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: ‘La paz con vosotros.’ Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: ‘La paz con vosotros. Como el Padre me envió,  también yo os envío.’ Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.’”
       


COMENTARIO

Que tuvieran miedo los discípulos más allegados del Hijo de Dios era lo más normal del mundo porque conocían cómo se las gastaban aquellos que habían conseguido lo imposible: que se matase a un  inocente acobardando al Gobernador romano. Y por eso se escondían.

Jesucristo les da la paz. Pero no es una paz del mundo sino aquella que Dios, en su inmensa sabiduría, da a quien quiere ser su hijo. Y ellos la reciben.

Pero hace algo más Jesucristo: los envía al mundo. Y el envío al mundo lo hace para que la Buena Noticia se difunda allí donde eso sea  posible. Y algo muy importante: los pecados pueden perdonarlos o retenerlos y así quedará para siempre.



JESÚS,  gracias por enviar a tus discípulos al mundo.

Eleuterio Fernández Guzmán