22 de noviembre de 2020

Hacer según quiere Cristo


Mt 25, 31-46

 

31’Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. 32 Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa  las ovejas de los cabritos.33 Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 34 Entonces dirá el Rey a los de su derecha: ‘Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.35Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis;36 estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme.’37 Entonces los justos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te  dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?’ 40 Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.’ 41   Entonces dirá también a los de su izquierda: ‘Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. 42  Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43 era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis.’ 44 Entonces dirán también éstos: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?’ 45 Y él entonces les responderá: ‘En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo.’ 46 E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna”.

 

 

 

COMENTARIO

 

En realidad, lo que nos dice el Hijo de Dios acerca del comportamiento que debemos seguir no es nada del otro mundo sino, precisamente, de éste y de cómo debemos hacer para alcanzar el definitivo Reino de Dios llamado Cielo.

 

Nosotros podemos adoptar dos actitudes que, según sea una u otra, el resultado también será uno u otro. Y es a nosotros a quien nos corresponde decidir a qué carta nos quedamos.

 

El caso es que hacer según quiere Dios que hagamos o lo contrario tiene claros resultados de cara a la vida después de la muerte. Y es que la vida eterna nos está reservada si hacemos según quiere Dios y no si no lo hacemos. Es así de simple y sencillo.

 

 

JESÚS, gracias por poner las cartas sobre la mesa.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

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