12 de octubre de 2015

Tener fe en Cristo



Lunes XXVIII del tiempo ordinario

Lc 11,29-32

En aquel tiempo, habiéndose reunido la gente alrededor de Jesús, Él comenzó a decir: ‘Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás’”.

COMENTARIO

No es difícil entender que el pueblo judío, en tiempos de Jesús (y mucho antes) tuviese necesidad de que se aportara algo tangible cuando se quería transmitir determinada verdad. Ellos necesitaban signos para aceptar lo que se les proponía.

Jesús sabe que no hace falta más señal que él mismo. Por eso les pone el ejemplo de Jonás que, en su tiempo, fue testigo de la voluntad de Dios y se la hizo saber a los de Nínive. Ellos se convirtieron y cambiaron de vida pero ¿harán lo mismo aquellos que le escuchan?

Bien sabe Jesús que algunos de entre sus contemporáneos sí aceptaran la Buena Noticia que ha venido a traer al mundo. Sin embargo, está más que seguro (conoce el corazón del hombre) que muchos no pararán hasta verlo muerto. Pues a esos será los que juzgará Dios con más severidad.


JESÚS, ayúdanos a no ser como aquellos incrédulos que te pedían pruebas de tu bondad y misericordia.


Eleuterio Fernández Guzmán



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