13 de octubre de 2015

No ser hipócritas


Lucas 11, 37-41

“Mientras hablaba, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entrando, pues, se puso a la mesa. Pero el fariseo se quedó admirado viendo que había omitido las abluciones antes de comer. Pero el Señor le dijo: ‘¡Bien! Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad. ¡Insensatos! el que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior?  Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros.’”

COMENTARIO

Era normal que, llevados por la fama que había ido adquiriendo aquel Maestro de Nazaret llamado Jesús, muchos poderosos quisiesen que estuviera en su mesa. Y lo invitaban (seguramente muchas más veces de las que conocemos por los Evangelios) a comer.

Pero Jesús no pierde ocasión para enseñar. Y aquella oración era idónea para decirle a los que le habían invitado que una cosa es creer que se tiene mucha y otra muy distinta tenerla. Por eso los critica tan gravemente.

Lo que Jesús les dice es que deben tener en cuenta lo que nace de su corazón. No vale nada ante Dios querer aparentar que, exteriormente se sigue su Ley pero, a la hora de la verdad, la maldad habita en los corazones.


JESÚS, ayúdanos a no ser hipócritas.



Eleuterio Fernández Guzmán

No hay comentarios:

Publicar un comentario