Lunes V del tiempo ordinario
Mc 6,53-56
En aquel tiempo, cuando Jesús y sus discípulos hubieron terminado la travesía, llegaron a tierra en Genesaret y atracaron. Apenas desembarcaron, le reconocieron en seguida, recorrieron toda aquella región y comenzaron a traer a los enfermos en camillas adonde oían que Él estaba. Y dondequiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban a los enfermos en las plazas y le pedían que les dejara tocar la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaban salvados.
COMENTARIO
Desde que Jesús dio comienzo, tras su bautismo en el Jordán, los años de vida pública por los que le conocemos, muchas personas creyeron en Él y le buscaron.
Jesús siempre atendía a los que necesitaban curación. Era no sólo física sino, también, del alma. Pero los que estaban enfermos de diversas formas y maneras buscaban su compañía de una forma muy especial porque confiando en Él sabían que podrían salir adelante.
Seguir a Jesús, para aquellas personas, era una forma cierta de salvarse y de alcanzar la vida eterna. Aquellos eran, por decirlo así, las ovejas que el Buen Pastor buscaba para que pasaran al redil de Dios y no fueran abandonadas por los diversos pastores que, de forma no apropiada, las dejaban escapar por no atenderlas.
JESÚS, los que te buscaban te necesitaban y querían de ti lo mejor que podías darle: amor, comprensión, curación, salvación eterna. Nosotros, sin embargo, no sólo no te buscamos cuando te necesitamos sino que, en más de una ocasión, rehuimos tu amor.
Eleuterio Fernández Guzmán
¡Que te busque Señor y que no huya de tu amor!!
ResponderEliminarGracias Eleu!!
DTB!!