12 de febrero de 2016

Saber qué hacer en cada momento

Viernes después de Ceniza
Mt 9,14-15

En aquel tiempo, se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: ‘¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?’. Jesús les dijo: ‘Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán’”.

COMENTARIO

Aquellos que eran considerados sabios por el pueblo judío tenían, de los preceptos establecidos como obligatorios, un concepto exagerado. Es decir, no eran capaces de comprender más allá de lo que los mismos decían.

Jesús sabía que era una batalla importante la que debía mantener con ellos. Y es que, dominadores del pueblo escogido por Dios, sabía que podían manipularlo en su contra pero, sobre todo, en contra de la santa doctrina que debía hacer cumplir.

Era, en efecto, una forma de hacer las cosas que no cuadraba con la voluntad de Dios. Por eso se extrañaban algunos de que los discípulos de Cristo no ayunaran según estaba establecido. Y, claro, no entendían nada de lo que hacía el Maestro ni los suyos.


JESÚS, ayúdanos a comprender la voluntad del Padre.



Eleuterio Fernández Guzmán

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