6 de junio de 2011

Saberse enviados por Cristo

Mt 28,16-20


“En aquel tiempo, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron. Jesús se acercó a ellos y les habló así: ‘Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo’”.


COMENTARIO

Jesús envía a sus discípulos a evangelizar. La Buena Noticia tiene que ser conocida por todo el universo de personas que, entonces, era conocido.

Había que hacer discípulos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. La Santísima Trinidad tenía que ser citada porque ahora el velo de la misma había sido destapado y el pueblo elegido de Dios sabía de la misma y de su realidad.

Jesús promete estar con nosotros hasta el fin del mundo o, lo que es lo mismo, hasta que Él vuelva a estar entre sus discípulos. La Parusía no sabemos el día que se manifestará y, por eso mismo, tenemos que estar preparados.



JESÚS, prometiste a sus discípulos estar con ellos, con nosotros, siempre. Eso debería ser suficiente como para que no siguiéramos disimulando como si Tú no estuvieses entre nosotros. Estás presente, estás vivo aunque, a veces, lo olvidemos.




Eleuterio Fernández Guzmán

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