3 de octubre de 2015

Ver a Cristo en el mundo


 Sábado XXVI del tiempo ordinario

Lc 10,17-24

En aquel tiempo, regresaron alegres los setenta y dos, diciendo: ‘Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre’. Él les dijo: ‘Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad, os he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo, y nada os podrá hacer daño; pero no os alegréis de que los espíritus se os sometan; alegraos de que vuestros nombres estén escritos en los cielos’. 
En aquel momento, se llenó de gozo Jesús en el Espíritu Santo, y dijo: ‘Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; y quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar’. 
Volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: ‘¡Dichosos los ojos que ven lo que veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron.’”

COMENTARIO

El poder de Dios

Cuando Cristo envía a aquellos discípulos suyos a predicar la llegada del Reino de Dios y, en fin, la Buena Noticia que eso suponía, le entrega poder de Dios. Sin embargo, había algo más importante como era que sus nombres los tenía escritos Dios en su corazón.

Los pequeños en la fe

Sabía Jesús que había muchos, considerados sabios, que sabían, en realidad, poco de la Ley de Dios. Los pequeños en la fe era a los que Dios había destinado su pensamiento porque ellos no lo rechazarían como los supuestos sabios.

Aceptar a Cristo

Conocer y reconocer a Jesús en la Palabra de Dios, en los hechos que llevó a cabo y en todo aquello que dijo el Mesías, es crucial para nuestra vida de hermanos de Aquel que se entregó por nosotros.


JESÚS, ayúdanos a no rechazarte nunca y a tenerte siempre en nuestro corazón.



Eleuterio Fernández Guzmán

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