12 de junio de 2014

Lo que significa la Ley de Dios




Jueves X del tiempo ordinario



Mt 5,20-26

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: ‘Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos. 

‘Habéis oído que se dijo a los antepasados: ‘No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal’. Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano ‘imbécil’, será reo ante el Sanedrín; y el que le llame ‘renegado’, será reo de la gehenna de fuego. 

‘Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda. Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo’”.


COMENTARIO

Jesús sabía que la Ley de Dios, la Verdad, había sido tergiversada por intereses puramente humanos o, a lo mejor, porque no había sido correctamente entendida en todo su sentido. El caso es que previene a sus discípulos de lo que le deben hacer con la misma.

Jesús pone ejemplos de cómo es la Ley de Dios y del completo sentido de la misma: no matar no es suficiente pues se mata de muchas formas a una persona en su fama o dignidad; tratar mal al hermano tampoco es muy recomendable pues Dios es Padre de todos y no gusta de tal forma de actuar por parte de sus hijos.

Pero hay algo que es, incluso, más grave. Incluso en la situación del creyente que se encuentra frente a Dios ante el altar y recuerda algo que tiene con su hermano. Lo debe dejar todo para ponerse a bien con su hermano. Hasta ahí llega la bondad y misericordia de Dios.



JESÚS,  la Ley prescrita por Dios es tan importante que debemos cumplir hasta el último de sus preceptos… correctamente entendidos. Ayúdanos a no tergiversar nunca la voluntad de Dios.




Eleuterio Fernández Guzmán


No hay comentarios:

Publicar un comentario