3 de febrero de 2014

El poder de Diios


Mc 5, 1-2.6-13.16-20


Y llegaron al otro lado del mar, a la región de los gerasenos. Apenas saltó de la barca, vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con espíritu inmundo.

Al ver de lejos a Jesús, corrió y se postró ante él y gritó con gran voz: '¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.' Es que él le había dicho: 'Espíritu inmundo, sal de este hombre.' Y le preguntó: '¿Cuál es tu nombre?' Le contesta: 'Mi nombre es Legión, porque somos muchos.' Y le suplicaba con insistencia que no los echara fuera de la región. Había allí una gran piara de puercos que pacían al pie del monte; y le suplicaron: 'Envíanos a los puercos para que entremos en ellos.' Y se lo permitió. Entonces los espíritus inmundos salieron y entraron en los puercos, y la piara - unos 2.0000 se arrojó al mar de lo alto del precipicio y se fueron ahogando en el mar.


Los que lo habían visto les contaron lo ocurrido al endemoniado y lo de los puercos. Entonces comenzaron a rogarle que se alejara de su término. Y al subir a la barca, el que había estado endemoniado le pedía estar con él. Pero no se lo concedió, sino que le dijo: 'Vete a tu casa, donde los tuyos, y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido compasión de ti.' El se fue y empezó a proclamar por la Decápolis todo lo que Jesús había hecho con él, y todos quedaban maravillados.

COMENTARIO

Los de espíritu perdido

Hay muchos hijos de Dios que han escogido, entre el Creador y el mundo, éste. A pesar de los dones que le entrega el Todopoderoso, pronto se olvidan del Señor y prefieren acumular en este mundo antes que acumular para el venidero, la vida eterna.

El Mal reconoce a Cristo

Pero el Mal sabe Quién es el Bien, quien es Cristo, el Hijo de Dios. Sabe que nada puede contra el poder de Dios y le tiene miedo. Por eso huye de donde es descubierto por el Mesías.

No siempre gusta el Bien

A pesar de que Cristo es el Bien en su máxima expresión, no es poco cierto que en demasiadas ocasiones preferimos aquello que, humanamente nos conviene porque la doctrina del Hijo de Dios no siempre nos viene bien. Y lo abandonamos con demasiada facilidad.


JESÚS, Tú eres el Bien que todo lo puede, el más Misericordioso de los hombres y Dios mismo. Ayúdanos a no escoger al mundo antes que a Ti.




Eleuterio Fernández Guzmán


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