21 de septiembre de 2013

¿Quién no necesita salvarse?



  
Mt 9,9-13

“En aquel tiempo, cuando Jesús se iba de allí, al pasar vio a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: ‘Sígueme’. Él se levantó y le siguió. Y sucedió que estando él a la mesa en casa de Mateo, vinieron muchos publicanos y pecadores, y estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos. Al verlo los fariseos decían a los discípulos: ‘¿Por qué come vuestro maestro con los publicanos y pecadores?’. Mas Él, al oírlo, dijo: ‘No necesitan médico los que están fuertes sino los que están mal. Id, pues, a aprender qué significa aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores’”.

COMENTARIO

Jesús dijo en más de una ocasión (además de en éstas) que, en efecto, las personas sanas no necesitan médico. Y eso, que es fácil de entender, lo aplica a la vida espiritual de los seres humanos y quien, entonces, no es pecador o no actúa contra la voluntad de Dios, no necesita salvación.

Aquel hombre, Mateo, era publicado. Eso quiere decir que cobraba impuestos al pueblo judío para el invasor romano. Era visto con un traidor y como alguien a quien no había, siquiera, que acercarse más que para pagarle.

La salvación de Dios llega a quien la necesita. Individualmente el Creador se dirige a cada uno de nosotros para hacernos ver que es importante para nuestro futuro que sigamos a su Hijo Jesucristo porque es médico del alma y, por eso, digno de ser tenido en cuenta por sus hermanos los hombres.

JESÚS,  salvas a quien necesita salvarse. Ayúdanos a darnos cuenta de que necesitamos salvarnos por ser pecadores; también a no rechazarte.



Eleuterio Fernández Guzmán


No hay comentarios:

Publicar un comentario