18 de junio de 2013

Cuando Dios pide casi lo imposible



Martes, 18 de junio de 2013



Martes XI del tiempo ordinario

Mt 5,43-48

“En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘Habéis oído que se dijo: ‘Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo’. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial’”.

COMENTARIO

Los que seguían a Jesús estaban más que acostumbrados, el Maestro era así, a escuchar cosas que no cabían en sus cabezas y, menos aún, en su corazón. Pero aún les quedaba mucho por escuchar, por asimilar y por creer.

Jesús se dirige al corazón de aquellos que le escuchan y, desde aquel momento, a nosotros mismos. Cuando se nos ofende no es que haya que perdonar a quien incurre en tal comportamiento sino que, además, hay que amar a nuestros enemigos.

Eso parece casi imposible pero Jesús argumenta con muy buen tino: si sólo amamos a quienes nos aman ¿qué merito tenemos? En realidad, lo que quiere decir es que eso del amor al prójimo es una verdad, a veces, demasiado grande para nosotros.

JESÚS,  como Tú tienes entrañas de misericordia quieres que hagamos lo mismo nosotros pero, muchas veces, pudiera dar la impresión, más que cierta, que no queremos hacerlo.





Eleuterio Fernández Guzmán


No hay comentarios:

Publicar un comentario