Mc 16,15-18
“En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo: ‘Id
por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y
sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Éstas son las señales
que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en
lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les
hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien’”.
COMENTARIO
Cuando Jesús, que reconocía que era necesario que su misión continuara
tras su subida a la Casa del Padre, escoge a sus apóstoles, sabe que ha de
enviarlos al mundo. Ahora son once (judas ha muerto) pero los envía con el
poder de Dios.
Hay que dice Jesús que es crucial. Para salvarse hay que cambiar el
corazón, venir a ser una persona nueva con un corazón nuevo. Por eso les dice
que quien crea se salvará y que quien no crea se condenará. Y cifra en eso la
salvación eterna.
Jesús sabe que las señales son muy importante no sólo para sus apóstoles
(eran judíos de nacimiento y discípulos de Cristo por voluntad propia) sino
para todos aquellos que pudieran ver lo que decían acerca del Reino de Dios. Y
les otorga una serie de dones con los que mostrar que lo que dicen es cierto.
JESÚS, ayúdanos a
ser apóstoles según los dones de tu Espíritu.
Eleuterio Fernández Guzmán
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