21 de julio de 2014

A Dios no se le piden señales




Lunes XVI del tiempo ordinario


Mt 12,38-42

En aquel tiempo, le interpelaron algunos escribas y fariseos: 'Maestro, queremos ver una señal hecha por ti'. Mas Él les respondió: '¡Generación malvada y adúltera! Una señal pide, y no se le dará otra señal que la señal del profeta Jonás. Porque de la misma manera que Jonás estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así también el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón'.


COMENTARIO

Muchos hijos del pueblo elegido por Dios habían querido, siempre, a lo largo de los siglos, que el Señor les ofreciera una señal de su poder. Era una clara forma de tentarlo y, al fin y al cabo, de no confiar en su misericordia y en su poder.

A Jesús le iban a pedir lo mismo que era igual que decir que tampoco confiaban en lo que estaba diciendo y que, tampoco, estaban seguros de que fuera el Hijo de Dios.

Pero Jesús sabe que aquellos que no creen en Él debiendo creer (por ser quienes eran) tienen un futuro eterno muy malo. Es más, sabe que se condenarán porque, debiendo haber creído en Jesús como el Mesías no quisieron hacerlo.



JESÚS, muchos de tus contemporáneos no querían creer en ti y te pedían señales. Ayúdanos a no ser como ellos.




Eleuterio Fernández Guzmán


No hay comentarios:

Publicar un comentario