14 de mayo de 2012

Ser elegidos y... responder




Jn 15, 9-17

“En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.

‘Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado. Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.

‘No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Lo que os mando es que os améis los unos a los otros’”.


COMENTARIO

Dios nos elige

Aunque muchas veces estemos en la seguridad de haber sido nosotros los que hemos escogido a Dios es lo más cierto que es el Creador el que nos elige a nosotros. Sin embargo, sí somos nosotros los que asentimos a cumplir su voluntad.

  
Dar fruto

Jesús no vino al mundo, no se encarnó el Hijo del hombre para que no hiciéramos caso a lo que iba a decir cuando llegara el momento. Al contrario es lo cierto: Cristo quiere que demos fruto para cumplir con nuestros talentos y dones.


Pedir con y en Cristo

Cuando nos dirijamos a Dios para pedir en la oración no debemos hacerlo poniendo sobre la mesa nuestra sola voluntad. Es lo cierto que, para obtener aquello que nos “conviene” lo mejor es pedir con Cristo pero, también, pedir “en” Cristo teniéndolo como verdadero hermano e Hijo de Dios.



JESÚS,   tenerte presente en nuestra vida es una realidad espiritual más rica de lo que podemos llegar a pensar y a creer. Nosotros, sin embargo, solemos hacer uso de Tu Palabra cuando nos conviene por nuestros egoístas sentimientos.



Eleuterio Fernández Guzmán


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