21 de noviembre de 2011

Entregarse por entero



 Lunes XXXIV del tiempo ordinario

Lc 21,1-4

“En aquel tiempo, alzando la mirada, Jesús vio a unos ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro; vio también a una viuda pobre que echaba allí dos moneditas, y dijo: ‘De verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos. Porque todos éstos han echado como donativo de lo que les sobraba, ésta en cambio ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto tenía para vivir’.

COMENTARIO

Jesús solía poner ejemplos sencillos con los que enseñar a sus discípulos sobre cuál era la voluntad de Dios porque, como Él mismo hizo entender, había venido para eso.

Dar de lo que nos sobra no es cosa de mucho mérito sino, muy al contrario, demostrar que el prójimo es poco importante para nosotros porque lo tenemos por tan poca cosa que le damos lo que no nos interesa.

Jesús prefiere que, como aquella mujer que dio poco pero era todo lo que tenía, nosotros también tenemos que hacer lo mismo con nuestro prójimo. Amar a los demás es reconocerles importancia en nuestra vida y hacer de ella un ejemplo para los demás.

JESÚS, sabes que a la hora de relacionarnos con el prójimo no podemos dejar de tener en cuenta que son importantes para nosotros porque también son hijos de Dios. Pero nosotros hacemos, demasiadas veces lo contrario.


Eleuterio Fernández Guzmán



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