5 de febrero de 2025

Una sorpresiva falta de fe

Mc 6, 1-6


"Salió Jesús de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen. Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: '¿De dónde le viene esto? y ¿Qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?' Y se escandalizaban a causa de él. Jesús les dijo: 'Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio'. Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos. Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando."

COMENTARIO 

Podemos imaginar al Hijo de Dios cuando en su mismo pueblo, donde tanto había vivido a lo largo de los treinta años que son considerados como "vida oculta", no apreció mucha fe. Es decir, muchos no tenían confianza en su persona por mucho que, es seguro, hubieran oído de sus palabras y sus milagros...

Dice el texto que Jesucristo "se maravilló de su falta de fe". Y es que le parecía, eso, maravilloso (por extraordinario e inusual) que no creyeran en Quien había mostrado y demostrado más que de sobre que era el Mesías. 

Eso, es posible, a veces nos pasa a nosotros: que no confiamos del todo...

JESÚS, gracias por, al menos, haber curado a los que sí tenían fe y creían en Ti...

Eleuterio Fernández Guzmán

No hay comentarios:

Publicar un comentario