Mc 2, 23-28
"Un día
en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a decirle a
Jesús: '¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos
de Juan y los discípulos de los fariseos?' Jesús les respondió: '¿Acaso
los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es
natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo. Llegará el
momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. Nadie
usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el
pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande.
Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los
odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo,
odres nuevos!'"
COMENTARIO
En
realidad, lo que el Hijo de Dios quería decirles a los que le
preguntaban por el ayuno sin tener en cuenta otras cosas era que algo
había cambiado con su llegada, digamos, al mundo y realidad de la
predicación.
Aquellos
hombres andaban muy preocupados con el ayuno. Al parecer no se
preguntaron si es que los discípulos de aquel Maestro a lo mejor tenían
otras cosas en las que pensar.
Podemos
decir que eso que dice Jesucristo sobre el vino nuevo en los odres
nuevos debería haberles hecho pensar que algo estaba cambiando y algo
muy importante iba a cambiar...
JESÚS, gracias por haber puesto en el camino hacia el Cielo a los que estaban contigo y te entendían.
Eleuterio Fernández Guzmán
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