19 de febrero de 2024

Tener en cuenta al prójimo

Mt 25, 3-43.46

 

“31 ‘Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. 32 Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. 33 Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 34 Entonces dirá el Rey a los de su derecha: ‘Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.

35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; 36 estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme.’ 37 Entonces los justos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?’ 40 Y el Rey les dirá: ‘En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.’ 41 Entonces dirá también a los de su izquierda: ‘Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43 era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis.’ 46 E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.’”

 

COMENTARIO

 

Lo que el Hijo de Dios dice en este texto del Evangelio de San Mateo es una advertencia que no debemos dejar caer en saco roto. Y es que nos pone sobre la pista acerca de cómo ha de ser nuestro comportamiento en la vida.

 

Los hay que actúan como quiere Dios que actúen. Son aquellas personas que tienen en cuenta a su prójimo y, en cuanto el mismo se ve necesitado de auxilio, acuden en tal sentido. Y tales personas irán a la vida eterna.

 

Pero los hay que, al contrario que los primeros, hacen caso omiso a su obligación de tener en cuenta las necesidades de su prójimo. Y tales personas, que no echan una mano cuando la misma es necesaria, no van a ser muy bien considerados por Dios.

 

 

JESÚS,  ayúdanos a ser de los que ayudan.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

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