7 de marzo de 2017

La oración según Cristo

Martes I de Cuaresma
Mt 6,7-15

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘Al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados. No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo. 

‘Vosotros, pues, orad así: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal’. Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas’”.

COMENTARIO

El Hijo de Dios quería que sus apóstoles y todos aquellos que querían ser sus discípulos orasen a Dios como Dios quería que orasen. Y les explica que no deben hacer como muchos hacen creyendo que el Todopoderoso les va escuchar de cualquier forma.

Jesucristo les enseña la oración que, desde entonces, ha sido la que hemos utilizado para dirigirnos a Dios. El Padre Nuestro es aquel instrumento espiritual que, bien entendido, es agradable al corazón del Padre.

Y, para terminar, algo que es muy importante: debemos perdonar porque, perdonando, Dios nos va a perdonar. De otra forma, no queramos lo que, simplemente, no es posible.


JESÚS,  ayúdanos a ser mejores.



Eleuterio Fernández Guzmán

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