19 de septiembre de 2016

Que no quede nada oculto


Lc 8, 16, 18

“Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de un lecho, sino que la pone sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto. Mirad, pues, cómo oís; porque al que tenga, se le dará; y al que no tenga, aun lo que crea tener se le quitará.”


COMENTARIO

De lo mucho que el Hijo de Dios dijo a lo largo de su vida, hay algo que nunca deberíamos olvidar porque tiene que ver con nuestra salvación eterna porque nada de lo que hacemos deja de tener trascendencia para la misma.

Dios, que todo lo sabe, nos ha dado gratuitamente muchos dones y bienes que no pueden quedar ciegos. También nos ha dado su Palabra que no podemos tenerla egoístamente sino, al contrario, transmitirla en la medida de nuestras posibilidades.

Y algo más que es crucial. Y es Cristo sabe que hay muchos hermanos suyos que creen tener una gran fe cuando, en realidad, son nidos hipócritas y sepulcros blanqueados. Y a esos todo se le quitará…


JESÚS,  ayúdanos a tener una fe firme y franca.

Eleuterio Fernández Guzmán


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