Viernes XXX del tiempo
ordinario
Lc 14,1-6
"Un sábado,
Jesús fue a casa de uno de los jefes de los fariseos para comer, ellos le
estaban observando. Había allí, delante de Él, un hombre hidrópico. Entonces
preguntó Jesús a los legistas y a los fariseos: '¿Es lícito curar en sábado, o
no?'. Pero ellos se callaron. Entonces le tomó, le curó, y le despidió. Y a
ellos les dijo: ¿A quién de vosotros se le cae un hijo o un buey a un pozo en
día de sábado y no lo saca al momento?'. Y no pudieron replicar a esto".
COMENTARIO
Jesús sabe que muchos de los que le persiguen lo hacen porque, según
ellos, hace lo que no se puede hacer en sábado. Y eso les molesta mucho.
Jesús pregunta. Lo hace acerca de lo que, en verdad importa: la
misericordia. Cuando hace eso quiere que, de sus corazones, salga aquello que,
de verdad, piensan y tienen allí encerrado.
Sabe Jesús que aquellos que lo critican por lo que hace en sábado no
harían otra cosa que transgredir la Ley si a ellos les correspondiera pasar por
determinada situación. Por eso los critica.
JESÚS, ayúdanos a tener, de la Ley, un sentido justo.
Eleuterio Fernández
Guzmán
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