16 de diciembre de 2013

La autoridad de Cristo viene de Dios






Lunes III de Adviento

Mt 21,23-27

En aquel tiempo, Jesús entró en el templo. Mientras enseñaba se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo diciendo: '¿Con qué autoridad haces esto? ¿Y quién te ha dado tal autoridad?'. Jesús les respondió: 'También yo os voy a preguntar una cosa; si me contestáis a ella, yo os diré a mi vez con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan, ¿de dónde era?, ¿del cielo o de los hombres?'. Ellos discurrían entre sí: 'Si decimos: ‘Del cielo’ , nos dirá: ‘Entonces, ¿por qué no le creísteis?’. Y si decimos: ‘De los hombres’, tenemos miedo a la gente, pues todos tienen a Juan por profeta'. Respondieron, pues, a Jesús: 'No sabemos'. Y Él les replicó asimismo: 'Tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto'.


COMENTARIO

En una ocasión dijo Jesús que el mundo era más astuto que los hijos del cielo. Lo dijo porque sabía que aquellos que lo perseguían se las sabían todas. O, al menos, eso era lo que ellos creían. Sin embargo, a Jesús no era fácil engañarle.

Le pregunta por la autoridad que tiene aquel Maestro para hacer lo que hace y decir lo que dice. Pero Jesús, que en verdad sí lo sabe todo, tiene en su corazón la respuesta perfecta: ¿qué creían ellos de Juan el Bautista? Y ellos por miedo, no responden.

Jesús, ante una forma de actuar tan cicatera y tan tramposa sabe que a tales personas no puede revelar nada que sea importante o que pueda ser crucial. En realidad ellos no quiere saber nada bueno de su parte sino, en todo caso, hacer lo posible para que calle de una vez por todas.


JESÚS, los que te persiguen buscan la forma de cogerte en algún renuncio. En verdad, como más dirías más tarde, no saben lo que hacen. Ayúdanos a no ser como ellos.



Eleuterio Fernández Guzmán

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