4 de octubre de 2013

Aceptar a Cristo




Viernes XXVI del tiempo ordinario


Lc 10,13-16

En aquel tiempo, Jesús dijo: ‘¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que, sentados con sayal y ceniza, se habrían convertido. Por eso, en el Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para vosotras. Y tú, Cafarnaúm, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el Hades te hundirás! Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado’”.

COMENTARIO

Lo que hacemos y aceptamos

Jesús sabe que, a veces, sólo por lo que vemos aceptamos lo que decimos creer. Eso pasaba en su tiempo de vida entre mortales y eso pasó con aquellas ciudades que, incluso viendo, no creyeron.


El juicio que ha de venir

Aceptar, o no, lo que hace el Hijo de Dios no se puede decir que quede sin recompensa o sin castigo. Dios es bueno pero también es justo y ha de premiar o castigar a sus hijos según las acciones o omisiones de los mismos.

Estar con Cristo

En general, debemos saber algo que es muy importante y que consiste en reconocer a Jesús como Hijo de Dios. Sólo así reconoceremos que somos hermanos suyos y, por lo tanto, hijos, a su vez, de Dios Todopoderoso.

JESÚS, sabías muy bien que aceptarte a Ti no es, sólo, aceptarte a Ti sino a Dios mismo. Ayúdanos a cumplir con la voluntad del Padre teniéndote en cuenta en nuestra v¡da.





Eleuterio Fernández Guzmán


No hay comentarios:

Publicar un comentario