13 de junio de 2013

La verdadera Ley de Dios






Jueves X del tiempo ordinario

Mt 5,20-26

“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: ‘Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.

‘Habéis oído que se dijo a los antepasados: ‘No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal’. Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego.

‘Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda. Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo’”.

COMENTARIO

Sabía Jesús que era muy importante aleccionar a sus discípulos acerca de lo que era verdad y lo que no lo era pero, sobre todo, que aprendieran que aquellos que se decían conocedores de la Ley de Dios no lo eran tanto.

La Ley de Dios va más allá de los preceptos que, incluso divinos, nos dicen lo que tenemos que hacer.  Ahonda más en las virtudes y en lo que es importante hacer, decir y pensar. Por ejemplo, en el caso de la muerte. Es muy malo matar pero también hay formas de hacerlo lo mismo con una persona.
La paz, también, en el más amplio sentido, es muy querida por Dios y, por eso mismo, por Jesús. La paz se ha de fomentar porque es la única manera de que el amor cunda entre los hijos de Dios. De actuar de otra forma no es, precisamente, hacer lo que el Creador quiere que hagamos.


JESÚS, es más que cierto que la verdadera Ley de Dios no era muy tenida en cuenta por tus contemporáneos. Imagínate lo que hacemos con ellas los creyentes de ahora…





Eleuterio Fernández Guzmán


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