15 de febrero de 2013

El ayuno con sentido




Viernes después de Ceniza


Mt 9,14-15

“En aquel tiempo, se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: ‘¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?’. Jesús les dijo: ‘Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán’”.

COMENTARIO

Era lógico que los discípulos de otros maestros quisieran preguntar a Jesús acerca de las prácticas de los suyos. Muchos veían que su comportamiento no era adecuado y por eso le preguntan al Maestro las razones de tal forma de actuar.

Seguramente no entendieron, en perspectiva temporal, lo que les estaba diciendo. Los discípulos de Juan querían saber la causa de que no ayunaran los que eran de Jesús y el Maestro les contesta con una profecía: cuando no esté el Maestro… entonces se ayunará.

Jesús les dice que, en realidad, Él mismo no se irá ni desaparecerá porque así lo quiera sino que será arrebatado o, lo que es lo mismo, que por razones ajenas a su voluntad será llevado a la cruz y, aunque eso no quiera decir que no la quisiera, lo bien cierto es que eso fue lo que sucedió.



JESÚS, los que te preguntan, como ignoran tu casi inmediato futuro, no comprenden lo que les dices. Nosotros, sin embargo, que sí lo sabemos no solemos hacer mucho caso de lo que planteas.




Eleuterio Fernández Guzmán


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