13 de julio de 2012

Ovejas y lobos





Viernes XIV del tiempo ordinario

Mt 10, 16-23

“En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas. Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas; y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros.”

COMENTARIO

Jesús sabía, porque le había pasado a Él mismo, que la vida de sus discípulos no iba a ser nada fácil. Decir que lo que hasta entonces se tenía por bueno y mejor no era, sino, trasunto de la voluntad del hombre, no iba a ponerles las cosas fáciles.

Había, hay, lobos que tienen por su naturaleza la costumbre de atacar a las ovejas (aquí cristianos o discípulos de Cristo) y difícilmente pueden hacer otra cosa. Entre ellos los enviaba el Hijo de Dios a sabiendas de que muchos de los suyos sucumbirían entre tal tipo de terrible ganado.

No debían, no debemos, sin embargo, tener miedo porque nos asiste Dios a través de su Espíritu Santo. Es por eso mismo que ante cualquier tribulación debemos buscar auxilio en Dios y en su Espíritu. Sólo así, y no tratando de salir de aquella de forma persona y egoísta, lograremos el fin para el que hemos sido hechos.



JESÚS,  sabes que es difícil hacer lo que dices pero también sabes que no es imposible porque Dios siempre nos asiste. Sin embargo, nosotros olvidamos, las más de las veces, tan gran verdad.




Eleuterio Fernández Guzmán


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