18 de julio de 2012

Lo que de verdad importa



Miércoles XV del tiempo ordinario


Mt 11,25-27


“En aquel tiempo, Jesús dijo: ‘Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar’”.


COMENTARIO


Jesús se dirige muchas veces a su Padre porque sabe y está seguro de que le escucha. La confianza entre Cristo y Dios es irrenunciable y, por eso, antes de cada hecho extraordinario se dirige en oración al Creador.

El episodio de hoy, la resurrección de Lázaro, supone mucho para aquellos que lo ven y escuchan. Por eso Jesús agradece al Padre que aquello que es importante no se lo rebele a los que se creen sabios pero, en realidad, no lo son. Al contrario hace el Creador: a los menos considerados de la sociedad dice lo que más importa.

Jesús sabe que es Dios hecho hombre. Determina, tal realidad espiritual que lo que hace no lo hace por su gusto egoísta sino, siempre, porque es voluntad del Todopoderoso, Él mismo como persona de la Santísima Trinidad. Por eso no extraña que sólo se conozcan Uno a Otro.


JESÚS,  aquellos que te escuchan saben que es importante lo que les dices porque te reconocen como Hijo de Dios. Nosotros, sin embargo, en muchas ocasiones olvidamos lo que aquellos, nosotros podemos pensar que más ignorantes que nosotros por causa de nuestra soberbia, veían con sus ojos y sentían en su corazón.



Eleuterio Fernández Guzmán


No hay comentarios:

Publicar un comentario