17 de noviembre de 2019

Saber cuándo y cómo

Lc 21, 5-19


 “5 Como dijeran algunos, acerca del Templo, que estaba adornado de bellas piedras y ofrendas votivas, él dijo: 6 ‘Esto que veis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derruida.’ 7 Le preguntaron: ‘Maestro, ¿cuándo sucederá eso? Y ¿cuál será la señal de que todas estas cosas están para ocurrir?’ 8 Él dijo: ‘Mirad, no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: ‘Yo soy’ y "el tiempo está cerca’. No les sigáis. 9 Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os aterréis; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato.’ 10 Entonces les dijo: ‘Se levantará nación contra nación y reino contra reino. 11 Habrá grandes terremotos, peste y hambre en diversos lugares, habrá cosas espantosas, y grandes señales del cielo. 12 ‘Pero, antes de todo esto, os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; 13 esto os sucederá para que deis testimonio. 14 Proponed, pues, en vuestro corazón no preparar la defensa, 15 porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. 16 Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, 17 y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. 18 Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. 19 Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.”


COMENTARIO

Es más que claro el Hijo de Dios cuando nos habla, entonces y ahora mismo porque también nos vale y sirve, de aquello que ha de suceder cuando lleguen los últimos tiempos del mundo como lo conocemos. Y no debemos llevarnos a engaño: eso va a pasar tal cual.

Es bien cierto que se nos habla mucho de malas cosas, de catástrofes. Sin embargo, nosotros debemos gozar con tales momentos, por muy difíciles que sean, porque supondrán que todo llega a su fin y vuelve Cristo.

Hay algo, sin embargo, que no deberíamos olvidar porque es la clave de todo esto. Y es que nosotros debemos perseverar en nuestra fe católica porque así, cuando eso llegue, estaremos preparados para la vida eterna.


JESÚS,  gracias por ponernos sobre la pista de cómo debemos ser y actuar.


Eleuterio Fernández Guzmán

No hay comentarios:

Publicar un comentario